Consejos para el cuidado de personas mayores en verano
La llegada del verano invita a salir más de casa y hacer actividades al aire libre pero las altas temperaturas pueden tener efectos negativos sobre la salud, sobre todo para los colectivos de riesgo más vulnerables como son los ancianos, las personas con enfermedades crónicas y los niños.
A continuación podéis encontrar algunas recomendaciones que no debemos olvidar llevar a cabo con nuestros mayores:
1. Mantener la hidratación
Beber líquidos abundantes, sobre todo agua (2 – 3 litros al día), independientemente de si la persona tiene sed o no. Si al mayor no le gusta mucho el agua, ésta se puede sustituir por gelatinas, caldos, zumos, leche, etc
Con el calor el cuerpo pierde líquidos más fácilmente por lo que se deben evitar las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar que pueden hacer perder más líquido corporal que no ayuda a mantener la hidratación.
2. Evitar las horas centrales del día (12 – 17h): aprovechar para salir a pasear durante las primeras horas de la mañana o a última hora de la tarde, a la sombra evitando la exposición al sol, y siempre que la temperatura sea adecuada.
Para salir a pasear conviene usar protección solar (mínimo factor 30), gafas de sol y gorro.
3. Cuidar la alimentación: dieta variada a base de comidas ligeras que ayuden a reponer las sales y el líquido perdido por el calor a través del sudor. Algunas de estas comidas recomendadas para el verano son: ensaladas, frutas (ricas en agua), verduras, pescado que es más ligero que la carne.
4. Mantener la casa fresca: mantener persianas bajadas y ventanas cerradas en las horas centrales del día y abrirlas a última hora de la tarde cuando el ambiente refresca. Si hace mucho calor y se dispone de aire acondicionado se puede poner a una temperatura de 22-24º.
5. Controlar y cuidar el sueño: el calor y que haya un mayor número de horas de luz afecta al ritmo de sueño de la tercera edad provocando insomnio y afectando a su irritabilidad. Mantener horarios fijos y hacer algo de ejercicio durante el día puede ser de gran ayuda para que la persona mayor duerma las horas de sueño que necesita. Beber líquidos que refresquen antes de irse a dormir, poner un ventilador y utilizar pijamas ligeros para disminuir la temperatura interna puede ser de gran ayuda para dormir mejor.
Además, es muy importante saber detectar si se está produciendo un golpe de calor, pues en adultos mayores puede provocar la muerte o dejar algún tipo de discapacidad permanente si no es tratada de inmediato.
Los síntomas de un golpe de calor en un adulto mayor son:
– Dolor de cabeza intenso
– Fiebre por encima de 39.5°C
– Mareos y naúseas
– Piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor)
– Confusión y pérdida de conciencia
Ante estos síntomas lo primero que hay que hacer es llamar a urgencias y, mientras se espera, enfriar el cuerpo, estar en una habitación oscura o ponerse a la sombra si está en la calle, poner paños de agua fría sobre el cuerpo o darse un baño o ducha fría.
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